Acompañamiento terapéutico

¿Qué es el acompañamiento terapéutico?

El acompañamiento terapéutico es una modalidad de intervención y apoyo psicológico que se brinda a personas que presentan dificultades emocionales, psicológicas o de salud mental. Consiste en establecer una relación cercana y de confianza entre un terapeuta o acompañante y el individuo que recibe el acompañamiento.

El objetivo principal del acompañamiento terapéutico es brindar apoyo emocional, social y psicológico a la persona en su vida diaria. El terapeuta o acompañante trabaja de manera activa y comprometida con el individuo, proporcionando un espacio seguro donde se pueda expresar, reflexionar y desarrollar habilidades para enfrentar los desafíos cotidianos.

 

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El acompañante terapéutico se encarga de alentar la fuerza
de voluntad de sus pacientes

 

¿Por qué se realiza?

El acompañamiento terapéutico se realiza con el objetivo de brindar apoyo emocional, psicológico y social a las personas que enfrentan dificultades o desafíos en su vida diaria. A continuación, se mencionan algunas razones por las cuales se realiza el acompañamiento terapéutico:

  • Apoyo emocional: el acompañamiento terapéutico proporciona un espacio seguro donde las personas pueden expresar sus emociones, compartir sus preocupaciones y recibir apoyo emocional.
    El terapeuta o acompañante está presente para escuchar, comprender y brindar contención emocional, lo que puede ayudar a reducir la sensación de soledad y a fortalecer la resiliencia emocional.
  • Promoción del bienestar: el acompañamiento terapéutico tiene como objetivo promover el bienestar general de la persona.
    El terapeuta o acompañante puede ayudar a identificar y desarrollar habilidades de afrontamiento saludables, fomentar la autoestima, promover el autocuidado y brindar orientación en la toma de decisiones que favorezcan la salud y el equilibrio en la vida cotidiana.
  • Integración social: para aquellas personas que enfrentan dificultades para relacionarse socialmente, el acompañamiento terapéutico puede facilitar la integración social y el desarrollo de habilidades sociales.
    El terapeuta o acompañante puede trabajar en conjunto con la persona para mejorar las habilidades de comunicación, establecer relaciones interpersonales más satisfactorias y promover la participación en actividades sociales.
  • Desarrollo de habilidades: el acompañamiento terapéutico puede ser útil en el desarrollo y fortalecimiento de habilidades específicas según las necesidades de cada persona.
    Esto puede incluir habilidades de autonomía, habilidades de manejo del estrés, habilidades de resolución de problemas, habilidades de organización y planificación, entre otras. El terapeuta o acompañante brinda apoyo y orientación para que la persona pueda desarrollar y aplicar estas habilidades en su vida diaria.
  • Mejora de la calidad de vida: el acompañamiento terapéutico tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas que enfrentan dificultades emocionales, psicológicas o de salud mental. Al brindar apoyo, promover el bienestar, facilitar la integración social y el desarrollo de habilidades, el acompañamiento terapéutico puede ayudar a las personas a enfrentar los desafíos de manera más efectiva y vivir una vida más plena y satisfactoria.

 

¿Cuál es el rol de un acompañante terapéutico?

El acompañamiento terapéutico consiste en establecer una relación de apoyo y ayuda entre un terapeuta o acompañante y la persona que recibe el acompañamiento. Esta modalidad de intervención se lleva a cabo de manera cercana y regular, y tiene como objetivo principal brindar apoyo emocional, social y psicológico en la vida diaria de la persona.

Algunos aspectos clave del acompañamiento terapéutico son:

  • Relación de confianza: el acompañamiento terapéutico se basa en el establecimiento de una relación de confianza entre el terapeuta o acompañante y la persona que recibe el acompañamiento. Esta relación cercana y segura permite a la persona sentirse cómoda para expresar sus emociones, pensamientos y preocupaciones.
  • Acompañamiento en la vida cotidiana: el terapeuta o acompañante participa activamente en la vida cotidiana de la persona, brindando apoyo en diferentes contextos y actividades. Esto puede incluir acompañar a la persona en salidas, apoyarla en tareas domésticas, asistirla en la realización de actividades diarias, acompañarla a citas médicas u otras actividades relevantes.
  • Apoyo emocional: el terapeuta o acompañante está presente para escuchar y brindar apoyo emocional a la persona. Puede ayudar a identificar y expresar emociones, ofrecer consuelo, alentar la expresión emocional saludable y ayudar a desarrollar estrategias para manejar el estrés y las dificultades emocionales.
  • Desarrollo de habilidades: el acompañamiento terapéutico también implica trabajar en el desarrollo y fortalecimiento de habilidades específicas según las necesidades de la persona. Esto puede incluir habilidades de comunicación, habilidades sociales, habilidades de resolución de problemas, habilidades de manejo del estrés, entre otras. El terapeuta o acompañante brinda orientación, apoyo y práctica en el desarrollo de estas habilidades.
  • Promoción del bienestar: el acompañamiento terapéutico tiene como objetivo promover el bienestar general de la persona. Esto implica trabajar en el autocuidado, fomentar hábitos saludables, brindar apoyo en la toma de decisiones, promover la autonomía y ayudar a identificar recursos y apoyos adicionales que puedan ser beneficiosos.

 

¿Cuándo se necesita un acompañante terapéutico?

Un paciente puede necesitar un acompañante terapéutico en las siguientes situaciones.

  • Si padece trastornos psicóticos como: paranoia, esquizofrenia, melancolía o cuadros bipolares.
  • Si padece trastornos del estado del ánimo, depresiones o bipolaridad.
  • Si padece trastornos de ansiedad, fobias o drogodependencia.
  • Si padece trastornos de la conducta alimentaria como: bulimia o anorexia.
  • Si padece trastornos de la personalidad.
  • Si sufre alteraciones graves de la conducta en la infancia.
  • Si padece enfermedades psíquicas en la infancia o en la adolescencia.
  • Si sufre alguna patología psiquiátrica y neurológica del adulto y la vejez.
  • Si el paciente padece neurosis obsesiva, histeria, neurosis de angustia, ataques de pánico o similar.
  • Si el paciente sufre alguna afección clínica como: pacientes con cáncer, portadores del VIH, problemas renales, pacientes terminales o con discapacidad motora o psicológica.

 

¿Cuándo solicitar terapia?

El hecho de solicitar un acompañante terapéutico debe estar totalmente justificado y se deberá hacer a través de especialistas en Psicología.