¿Qué es la terapia cognitivo-conductual?
La terapia cognitiva conductual (TCC) es un tipo de terapia psicológica, es decir, del habla, en la que mediante la ayuda de un psicoterapeuta se realizan sesiones que te ayuden a tomar más conciencia de tus pensamientos negativos, de modo que logres ser más resolutivo en situaciones exigentes.
Se trata de una herramienta muy útil, tanto si se realiza sola o combinada con otras terapias. Sirve para tratar algunos trastornos de salud mental, como trastornos alimenticios, estrés postraumático o depresión. No obstante, no todas las personas que se benefician de la TCC padecen una enfermedad mental. Esta terapia puede ser una herramienta útil para cualquier persona, ya que permite aprender a manejar más calmadamente las situaciones de mucho estrés que vivimos a diario.
¿Por qué se realiza?
Sirve para tratar un amplio abanico de problemas, además de ayudar a identificar y afrontar situaciones concretas rápidamente. Generalmente requiere menos sesiones que otros tipos de terapia.
La terapia cognitivo-conductual es una herramienta útil para abordar desafíos emocionales. Por ejemplo, puede ayudarte a lo siguiente:
- Controlar los síntomas de patologías mentales y evitar recaídas.
- Sobrellevar situaciones de estrés de nuestra rutina diaria.
- Aprender a controlar las emociones.
- Solucionar conflictos y aprender a relacionarse mejor.
- Superar las pérdidas y el dolor, así como traumas emocionales.
- Afrontar el diagnóstico de una enfermedad.
- Tener controlados los síntomas físicos crónicos.
Con TCC podrían mejorar los siguientes trastornos mentales:
- Depresión.
- Ansiedad.
- Fobias.
- Estrés postraumático.
- Trastornos del sueño.
- Trastornos alimenticios.
- Trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
- Adicciones.
- Trastornos bipolares.
- Esquizofrenia.
- Trastornos sexuales.
Algunas veces, la terapia cognitiva conductual es más efectiva al combinarse con la toma de antidepresivos u otros medicamentos.
¿Conlleva algún riesgo?
En ocasiones, puedes sentirte emocionalmente incómodo, ya que te hace explorar sentimientos, emociones y experiencias dolorosas. Es habitual llorar, angustiarse o enfadarse durante una sesión.
Algunas formas de TCC, como la terapia de exposición, pueden hacer que te enfrentes a situaciones a las que tienes miedo (como el miedo a volar). Esto puede provocar ansiedad o estrés temporal.
¿En qué consiste?
La terapia cognitiva conductual se compone de estos pasos:
- Identificar situaciones problemáticas o trastornos de tu vida. Una afección médica, un divorcio, una pena, un enojo, etc.
- Prestar atención a tus pensamientos, emociones y opiniones en relación con estos problemas. Una vez identificado el problema, deberás contarle al terapeuta que piensas sobre ese problema. Es posible que el terapeuta pida que escribas un diario con tus diálogos internos.
- Identificar pensamientos negativos o inexactos. El terapeuta te pedirá que prestes atención a tus respuestas físicas, emocionales y conductuales ante situaciones diversas.
- Reformar pensamientos negativos o inexactos. Aprenderás a ver si tu opinión se sustenta en hechos o en una percepción inexacta de la realidad.
La duración de la terapia
La TCC es una terapia de corta duración, oscila entre las 5-20 sesiones. Estas variaran en función de estos factores:
- Tipo de trastorno o de situación.
- Gravedad de los síntomas.
- La rapidez con que evolucionas.
- Nivel de estrés soportado.
- Grado de ayuda que recibes.